Hoy recordé aquella tarde que bajé con un sombrero, con el de Lizz... Tú, como un niño pequeño me lo quitaste de la cabeza y te lo pusiste, y yo como una niña pequeña inicié ese juego de niños... Fui a rescatar mi sombrero, y claro, tu te hiciste el difícil. Hubo un forcejeo bastante extraño... El primer movimiento que hicimos fue ponernos uno encima del otro, hasta que acabé yo arriba y tú abajo jajaja, me cogiste muy fuerte de las muñecas para bloquear mis movimientos, y yo acerqué mi cara a la tuya, supongo que para soltarte alguna bordería... mis borderías, simples excusas para ponernos cada vez más cerca. Y así nos tiramos media tarde, hasta que te cansaste y me pusiste debajo tuya... y te acercaste mucho... tus manos se soltaron de mis muñecas y entrelazaste nuestros dedos y me dijiste -Mira que puedes llegar a ser payasa, eh medio metro?- Y te juro que no besarte en ese momento fue el mayor esfuerzo que he hecho nunca... y entonces te levantaste, y a mí contigo... mis ojos se clavaron en los tuyos, pero te hartaste de ese juego de niños, me pusiste el sombrero en la cabeza y te sentaste en la arena. Me lo tomé como una indirecta de que me querías lejos, y me senté en otra parte... En los siguientes minutos ni te miré, ni una sola vez... Hasta que no resistí más y lo hice, te miré, y allí estabas, mirándome con una sonrisa y me dijiste -Ven, anda- Y yo no cedí en un primer momento, no quería hacerte pensar que era tu perrito al que chistabas cuando lo querías cerca... pero acabé sentandome a tu lado y acariciandote la espalda. Lo que más satisfacción me dio de toda esta historia fue que en ningun momento sentí un rechazo por tu parte... y lo más gracioso de todo era que Jane estaba mirandonos con resignación... Ella nunca tendrá el cariño que nos tenemos nosotros, o al menos, eso espero... Tu tienes mejor gusto que todo eso...
Te quiere
Nora
"Cuanto mas intentas olvidarlo, más lo recuerdas" (B.A.M)
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