lunes, 23 de mayo de 2011

Espectativas

Hace casi un mes que no me siento con tranquilidad a escribir nada aquí. Supongo que una serie de acontecimientos maravillosos me han dejado sin tiempo y sin palabras.
Todas mis espectativas sobre el amor, la vida, la distancia e incluso el tiempo, han dado un giro radical.
¿Y cómo puede cambiar un fin de semana la vida de una persona? Os explico. Cuando menos te lo esperas, donde menos te lo esperas, aparece esa persona que llena tu vida de experiencias perfectas. Aquella persona que da luz a mi vida y la que me hace sonreír con cada palabra la encontré en una cola de un restaurante de comida rápida. Madrid... esa preciosa ciudad que a más de uno habrá enamorado, tiene la culpa de todo esto.
No se como explicarlo, pero, es una sensación de estar todo el día flotando en una nube, de no querer bajar nunca y de no concentrarse en otra cosa que no sean sus besos, sus caricias, su voz...
Él tiene bloqueados mis pensamientos y mis emociones. No hago más que decir, va, María, céntrate, aprende a llevar las dos cosas con la mejor responsabilidad posible... pero es que algo así nunca me había pasado, y no se como llevarlo. Supongo que con el tiempo me acostumbraré.
Acostumbrarme a él... a mi mitad.
Lo echo de menos a cada segundo, pero lo bueno de todo esto es que nos demostramos día a día lo mucho que nos queremos, porque no podemos parar de pensar el uno en el otro. Y lo mejor es que yo ya no me imagino un futuro sin el, sin sus locuras, sin su sonrisa, sin su voz... me resulta absurdo el no tenerlo en mi vida.
Se lo que siento, y estoy segura de ello. Yo siempre he sido una chica que se agobia a la mínima, que no le gusta que estén encima suyo las 24 horas del día, que no soporta tener que verlo todos los días, que se cansa pronto... pero cuando pienso en él, solo tengo la necesidad de tenerlo las 24 horas del día, verlo todos los días, reír y vivir junto a él. Pero la distancia es lo único en lo que hemos fallado amor.
Son solo 350 km, y sabes? le van a dar por culo a la distancia.
Mi amor por ti es más grande que unos absurdos kilómetros.
Y ya no es un simple te quiero, es un te amo, te amo más que a nada en este mundo, y no quiero perderte nunca, porque el simple hecho de pensar en perderte hace que me derrumbe, que mi cuerpo se llene de escalofríos y que no salga el sol.
Porque lo eres todo.
Te amo.