viernes, 9 de octubre de 2009

Por esto...

La vi viniendo hacia mi, cabizbaja y con la mirada triste. Me pregunté que haría aquí, que porque no estaba con Fer, su nuevo novio. Se plantó frente a mi y me sonrió.

-¿Qué haces tu aquí?
-yo muy bien, ¿y tú?
-no me vengas con gilipolleces, ¿quieres?
-Dios, Mer, ¿qué te pasa?
-¿Enserio quieres que te diga lo que me pasa?
-Si...
-Te consideraba un poco más lista la verdad... ¿tu de que vas? No me contestas las llamadas, ni los mensajes, llevo sin saber de ti casi un mes.
Esque estaba con Fer!
-Ese tío te está absorbiendo ¿no te das cuenta?
-Mer, no empecemos...
-¿Que no empecemos? ¡No he hablado de esto contigo nunca! ¡Pero ya estoy harta! y encima te presentas aquí, derrepente, después de un mes sin verte, ¡y me saludas como si no pasara nada!
-Mer, sabes que las cosas no son así... El me quiere, y yo a el. ¿Porque no te puedes alegrar por mi?
-Porque nadie se alegra de perder a una amiga...
-¡Tu no me has perdido!

Mire al suelo, casi se me saltan las lágrimas, pero logré controlarme.

-Si te perdí, porque el gilipollas de Fer te tiene totalmente absorvida tía...
-Necesito cada minuto que paso con el...
-Por tu bien, creo que deberías pasar sin el un tiempo.
-Aunque quisiera no podría...
-¿A que viene eso?

Entonces ella me agarró de la mano y la posó en su tripa.

-Por esto...

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