jueves, 21 de abril de 2011

Calle abajo

-¿Qué tal te fue anoche?
-Bien... muy bien
-Cuéntame pequeña- Le dio pequeños codazos en el costado
-Ai, déjame
-Ohhhhh... a Laura le han dado un besito aquí- Posó su dedo en el labio de Laura
-¿Tienes cinco años? por favor Jake, deja de hacer el tonto
-¿No me lo piensas contar?
-Va... siéntate- Apoyó los codos en la barra- bien... me llevó a un restaurante perdido en Detroit
-Il Gabbiano
-Si, ¿Cómo lo sabes?
-Es... complicado. A lo mejor no te lo debería contar...
-Dime
-Allí fue donde le pidió la mano a una chica fue en la fiesta de la facultad, y ella le rechazó
-Si, me lo contó. Nos encontramos con ella mientras cenábamos
-Oh, bueno, continúa
-Nos lo pasamos bien, hablamos, nos reímos, nos conocimos mejor... no se, fue agradable. Luego me acompañó a casa y nos dimos un beso, ya está, no pasó nada más.
-Así que ahora eres mi... ¿cuñada?
-No, no soy tu cuñada, Marco y yo no estamos juntos.
-Pero lo estaréis...
-No lo creo. Pero bueno, vamos a esperar a ver que pasa.
-Esta bien. Bueno, ahora atiende esa mesa y...
-Oye Jake. Mira, te voy a ser sincera ¿vale? hay alguien que nos vigila, y me estoy asustando
-¿Qué?- Jake soltó una carcajada
-Jake, es enserio, alguien nos vigila
-¿A ti y a mi?
-Si Jake, si
-¿Y porque dices eso?
-El otro día, cuando viniste a mi casa a visitarme cuando estaba enferma, dejaste una bolsa con chocolate y demás en la mesa de la cocina antes de irte
-Si
-Cuando fui a abrir la bolsa, encontré esta carta- Se sacó el sobre del bolsillo de los vaqueros y se la dio al muchacho. Jake la leyó de arriba a abajo, unas cuantas veces, y su sorpresa fue mayor a cada palabra que leía
-Esto no lo he escrito yo Laura
-Ya lo se
-Seguro que ha sido Marco, quería gastarnos una broma...
-No, Marco no ha sido, ya le pregunté y me lo negó
-¿Y ahora tienes confianza plena en el?
-No es eso Jake, no pudo ser el
-Me lo crucé en la escalera de tu edificio, seguro que metió la carta en algún momento en el que me despisté. Se va a enterar...
-No fue el Jake
-Dame una razón de peso por la que debería pensar que no fue el
-¿Porqué iba a hacerlo? no tenía ningún motivo. Él me iba a pedir salir horas después, no iba a hacer que te declarases. Podría haber corrido el riesgo de que yo sintiera lo mismo por ti.
-Ya... y no es así ¿no?
-No, me habría lanzado a tus brazos al día siguiente en la cafetería. Y tú me habrías puesto cara de... ¿Que coño haces Laura?- Laura soltó una carcajada
-Si, la verdad es que lo habría flipado un poco- Jake sonrió
-El no ha podido ser
-Yo no lo veo tan claro
-A parte el pasó la noche en mi...- Laura miró al suelo. Se dio cuenta de que había hablado de más.
-Que pasara la noche en tu edificio no justifica nada. Pudo ser el perfectamente- Marco entró por la puerta en ese preciso instante.
-¿Qué pasa hermanito? Hola Laura- Saludó a Laura dándole un beso en la mejilla
-¿Porqué eres tan gilipollas?
-Jake, Jake, Jake... con insultos ya tan temprano... ¿Te has levantado de mal humor?- Dijo Marco con sorna
-¿Porqué escribiste esta mierda?- Jake le tiró a la cara el sobre con la carta
-¿Cómo?- Marco cogió la carta y se dispuso a leerla en voz alta- Querida Laura, no me he atrevido a hablar esto contigo aún, blablabla, me importas más de lo que esperaba, ohhhhh conmovedor, las cartas de amor no son mi fuerte... oh Jake, que tierno eres, esto es tan...- No le dio tiempo a terminar, Jake le propinó un puñetazo en la cara.
-¡Jake que coño haces!- Gritó Laura
-¡Es un gilipollas y un prepotente y estoy harto!¡Yo no he escrito esa carta!
-¡Ya ha quedado claro que no la has escrito! ¡Ya ha quedado claro que tú nunca podrías sentir algo así por una chica como yo! ¡ya lo he entendido!-Gritó- ¡No tenías porqué pegarle!-Jake miro a Laura. Las palabras se tropezaban en su garganta. Quería gritar, quería matar a Marco por humillarle ante la gente, y sobre todo ante Laura. Pero no podía gesticular, no podía sacar todo lo que tenía dentro. Salió corriendo de la cafetería, calle abajo.
-Ah, joder ¿Jake hace pesas ahora? dios...
-¿Estás bien?- Laura rodeó la cintura de Marco y lo llevó como pudo a la cocina- Ya es la segunda vez que te tengo que llevar en brazos en dos semanas- Sonrió
-Cierto- Intentó sonreír, pero su labio partido le dio un aviso- Ah, joder...
-Ais...- Cogió un hielo y lo lió en un paño
-No me vayas a pasar ese pañuelo lleno de gérmenes por la cara. Me gustaría salir de aquí con un labio partido, no con la lepra...
-¿Te quieres callar? Esta limpio idiota... -Laura sonrió. Le pasó suavemente el paño por el labio
-Oye... ¿Porqué no le has contado que estuve en tu casa? si lo hubieras hecho nos habríamos ahorrado el show...
-Porque quiero que se lo digas tú
-Sería una tontería, ya no consumo. Podríamos contarle solo la parte en la que yo duermo en tu sofá...
-Es que no estoy segura de que algo así vuelva a pasar Marco...
-Tienes que confiar en mi... las cosas me empiezan a ir muy bien ¿sabes?- Acarició la mejilla de Laura
-Démosle un plazo de dos semanas. Si veo que todo está en orden, y no encontramos al que escribió eso, le explico que esa noche estuviste conmigo, y que llegaste a casa en malas condiciones...
-No le digas lo de la coca
-Le diría que viniste como una cuba- Laura sonrió
-Está bien... ahora habla con él, debe de sentirse mal, lo conozco.
-Eso haré. Pero tu tienes que...
-Pedirle disculpas. Lo haré, en cuanto me duela menos y pueda vocalizar te juro que voy y le pido disculpas...
-Vaya Marco, nunca pensé que eso pudiera salir de ti...
-Ya te dije que tú sacas lo mejor de mi Laura- Laura sonrió y le besó con ternura

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