domingo, 19 de diciembre de 2010

Cómo olvidar...


¿Hola? ¿Hay alguien ahí? es igual, voy a escribir igualmente haya o no haya gente que me escuche, que me lea o que me siga.
Ayer vinieron a mi memoria una serie de recuerdos que me encantaría olvidar, pero necesito ayuda.
¿Cómo se olvida el primer beso? ¿Cómo se olvida el primer amor? ¿Cómo se olvidan las primeras caricias? ¿Cómo se olvida ese primer despertar? No se olvida, por mucho que duela.
Yo tenía 13 años cuando mi primer amor se presentó por sorpresa. Me enamoré hasta las trancas. Ese primer beso ridículo, horrible, vergonzoso... para mí fue lo mejor que me había pasado en la vida. Él, él era lo mejor que me había pasado jamás, lo quería, lo quería muchísimo, podría ponerlo a él por delante de todo, era mi prioridad, mi objetivo, mi vida. Ese fue mi mayor error, dejarme engañar. Sólo tenía 13 años, no sabía que meterse en una cosa así fuese a ser tan precipitado. "Te has metido en la boca del lobo, María" me decía mi madre, y no la escuché, no quería escucharla, ella no me importaba, no importaba nadie, solo él. Cambió totalmente mi personalidad, mi ambiente, mi forma de vestir, mis amigos, mis amigas, mi forma de hablar, de comportarme, mi carácter, mi vida... Me convirtió en la clase de persona que nadie desearía conocer y con tan solo 13 años, precoz, verdad?
Cuando me estrellé me desperté, abrí los ojos, yo solo fui una apuesta para él -Estoy muy agusto contigo, pero será mejor que lo dejemos- Meses y meses llorando, queriéndolo, buscándolo... hasta que me dije a mi misma... no, María, no, no lo vas a tener, no te arrastres, pasa página, empieza una nueva vida, se la buena chica que eras antes, cariñosa, alegre, despreocupada... solo tienes 13 años, ¿Dónde crees que vas con la moral tan baja? tienes mucho que aprender...
Cuando él se dio cuenta de lo que había perdido vino a buscarme en muchas ocasiones. Caí, volví a caer hasta que me volvió a usar y a tirar, como un pañuelo. Pero... mi amor propio creció con este segundo asalto y grite YA BASTA.
Supongo que maduré con ese primer amor, la niña precoz me llamaba mi madre. Y ahora... ahora se lo que quiero, lo que busco y lo que me voy a encontrar. Para mi la suerte no existe, la suerte es lo que te buscas a tí mismo a partir de las desgracias que te puedan ocurrir con el transcurso del tiempo... No busques fortuna, busca felicidad. No busques dinero, busca salud. No busques futuro, vive el presente.

¿Que como se olvida eso? Nunca se olvida, no hay día que no te acuerdes de ello. Yo lo recuerdo con rencor, con odio, con rabia por el tiempo perdido.
¿Qué voy a hacer? No lo se, supongo que haré lo que mejor se me da, esperar.

Haz tu suerte con errores y vive el presente tal y como es, maravilloso, con todas sus consecuencias y desgracias, que son ellas las que te hacen madurar.

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