martes, 20 de octubre de 2009

The Bushwacka

Esta vez fui sola. Pasee a lo largo de calles llenas de gente, despacio, y muy nerviosa. esta vez llevaba unos shorts y una camiseta escotada. Un maquillaje un poco más fuerte y unas altas romanas negras. Conforme iba avanzando escuchaba más y más fuerte esa melodía de The Fray, y se me pusieron los pelos de punta. La melodía cambió. Esta vez eran Kings of Leon. Dios, ¿porque tenía que elegir esos temas que tanto me gustaban?. Llegué al pub de donde venía la música. Y me aproximé a la puerta. El portero me miró de arriba a bajo.

- Dame tu DNI
- No lo llevo, pero no voy a beber, ni a acercarme a la barra. Solo quiero escuchar al grupo de música.
- Lo siento, sin DNI no entras.
- Por favor, déjeme pasar, no voy a hacer nada. Me sentaré ahí, solo a escuchar al grupo.
- No, lo siento.

El encargado del local vio al portero discutiendo conmigo y salió para ver que pasaba. Bueno, supongo que únicamente salía para echarme del todo.

- ¿Qué pasa aquí Robb?
- Esta chica quiere entrar para ver al grupo. Me prometió que no consumiría, que solo se sentaría a escucharlos. ¿La dejo pasar?
- ¿Tiene el DNI?- Me miró - Eres mayor de edad preciosa?
- No, no tengo el DNI y no, no soy mayor de edad.
- Entonces mucho me temo que tendrás que llamar a tu mamá a que te venga a buscar... -Soltó una carcajada- anda, pirate pequeña.
- Oiga, tengo 17 años, de pequeña nada. Y no comprendo porque no puedo ver a un puto grupo de música sentada en una silla sin una consumición, ¿Sabe?
- Pues me da igual si no lo entiendes. Si pasa la policía y se entera de que hay un menor de edad en mi local me lo cierran. ¿Serás tu la que pague la multa?

Entonces me enfadé y le hice un corte de mangas.

- Que te follen, puto guiri de mierda.

Entonces me senté en una mesa que había fuera y me encendí un cigarro. Dios, estaba muy cabreada y a punto de montar una rabieta en la puerta. Pero entonces me fijé en el ventanal que daba al interior del local y lo vi. Me levanté de la silla y me acerqué al ventanal. Di unos golpes al cristal y se giró. Se le pusieron los ojos como platos y me dedicó esa sonrisa tan preciosa que tenía, y yo se la devolví. El estaba tocando en ese momento y se despistó un poco, pero recuperó el ritmo enseguida. Me dijo algo, pero no lo oía. Me lo repitió y conseguí leerle los labios:

-¿Porque no entras?- me dijo
- Porque el portero no me deja pasar- El me miró y luego miró al portero.
-¿ Y tu carnet?
- No lo tengo. Pero no serviría de nada, no soy mayor de edad- El se rió.
-Espera a que acabe el concierto y salgo.
-¿A que hora acaba?
- Sobre la una, una y media.
- Te espero.

Entonces el me guiñó un ojo, y se giró hacia el publico. Para hacer tiempo hasta la una, fui al local al que iba habitualmente con mis amigas y me pedí un chupito. Pero... ¿Quién es capaz de tomarse un chupito y no pedir otro? Y así hice. Salí del local con el calentón de cinco chupitos de tequila en mi garganta, más feliz que nadie. Era la una y cuarto ¡Mierda! corrí como una loca pensando en que mi bajista se podía haber ido o algo. Pero cuando llegué allí estaba, en la puerta, hablando con el portero. Me escondí un momento detrás de un muro que había pegado a la pared del local para escuchar que le decía. La conversación fue en inglés, asi que me enteré de poco.

-Tío, ¿has visto a una chica morena, bajita y con los ojos marrones?
-No.
-¿Cómo que no? La has echado hace una hora de aquí.
- Ah ya, la chica española.
-Si, esa.
-Se fue hace un rato, se cansaría de esperar a mamá. -Soltó una carcajada.
-Idiota, estaba esperándome a mi.
-Ah, ¿asi que tienes algo que ver con ella? Cómo se entere Chi, vas a tener problemas.
-Me da igual.

Entonces salí de detrás del muro y ande hacia la puerta. Intenté no hacer eses para llegar, menudo espectáculo.

-Ahí la tienes.

Entonces él miró y se acercó a mi. Y me dedicó esa sonrisa tan perfecta.

-¡Hola! por fin te veo
-Si... Por fin. - Me reí.
- ¿Qué tal?
-Bien, ¿y tu?
-Ahora muy bien. Tenía ganas de conocerte.
-Y yo. -entonces el se acercó y me dio un beso en la mejilla.
-¿Damos una vuelta? Te invito a algo.
-Oh, no creo que pueda beber más, me pasé con el tequila.
-Bueno, pero un paseo no te vendrá mal.
-Vale, perfecto- Me reí. El me agarró de la mano y andamos hacia el paseo.
-Por cierto ¿Como te llamas?
-María, pero mis amigos de llaman Mer.
-Oh vale Mer. Yo me llamo Alex.
-Encantada.

Dimos un largo paseo. Le encantaba la música. Alex era de Irlanda y vivía aquí con sus amigos y componentes del grupo. Chi era el mas extricto, y no le gustaba nada que Alex andara con chicas de un lado a otro porque creía que se descentraba y que lo hecharía todo a perder. Estuvimos hablando hasta las cinco de la mañana. Yo tenía que volver a casa.

-Bueno Alex... Yo me tengo que ir, es muy tarde.
-Ah bueno, si la verdad es que se nos ha hecho muy tarde- Me sonrió.
-Bueno... Ya nos veremos ¿no?
-¡Claro que si! el jueves tocamos otra vez... Prométeme que vendrás.
-Prometido.

Entonces me sonrió por undécima vez en toda la noche y me besó.

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